El
barrio La Carbonilla está de luto. En la mañana del pasado jueves,
la vida de uno de sus habitantes quedó sepultada en las vías del
Ferrocarril San Martín, después de ser arrollado por uno de los
trenes de la línea. El trágico acontecimiento se produjo cuando la
víctima atravesaba las vías del tren para desocupar los baldes
donde, a falta de una red cloacal o un pozo ciego, él y su familia
vertían sus residuos sanitarios.
Otra
muerte evitable de tantas que se pierden a causa del olvido y
negligencia de de los Estados -local y nacional- que se niegan a
mirar la emergencia habitacional que padecen miles de ciudadanos. Una
muerte que no ocupó plana en ningún medio de comunicación. Son de
las noticias que se pierden entre la vorágine de lo noticiable o
comercial.
Lo
acontecido es la consecuencia más trágica de la situación y el
inminente peligro al que están expuestas las más de 1500 personas
que habitan La Carbonilla, un barrio precario dentro del barrio La
Paternal, en el corazón de la Comuna 15 de la ciudad de Buenos
Aires; construido hace más 20 años sobre terrenos ferroviarios
cercanos a la estación Paternal. Pasadas dos décadas, los
habitantes continúan sin respuesta del Estado, pese a los reiterados
pedidos para que les sea garantizado su derecho a una vivienda digna
y se tomen medidas de seguridad para que las vías del tren no
continúen siendo una amenaza para los pobladores.
Se
vive en un peligro cotidiano. En lo que respecta al tendido eléctrico
informal, el mismo ocasionó -en los últimos años- varios
incendios a causa de chispazos y del uso necesario de velas ante los
reiterados cortes de luz. Asimismo, muchos de los habitantes no
cuentan con acceso a la red de agua ni a la red cloacal. Tampoco se
cuenta con los servicios públicos de barrido, desratización y
recolección de residuos, lo que ocasiona la formación de depósitos
al aire libre. Esta falta de acceso a los servicios públicos
mantiene a las familias en un constante estado de vulnerabilidad y
expuestas a contraer graves y crónicas enfermedades.
Ni
siquiera el Poder Judicial de la Ciudad ha logrado que el gobierno
porteño cumpla con su obligación de proveer los servicios públicos
e infraestructura básica, tal como le fue ordenado mediante una
medida cautelar, solicitada en el marco de la acción de amparo
colectivo que fue presentado por los referentes del barrio en mayo de
2012.
El
lamentable fallecimiento de uno de los habitantes de La Carbonilla y
la situación general del barrio tienen que alertar a los
funcionarios públicos, de la Ciudad como de la Nación, para que no
demoren más en llevar soluciones definitivas ante los graves
problemas y las adversas condiciones que sufren miles de ciudadanos.
Denunciamos
la muerte y hacemos responsable de la misma a la falta de respuesta
de los Estados para resolver la crisis y emergencia habitacional de
la Ciudad.
Lunes
29 de abril de 2013
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