Este hecho nos recuerda a las circunstancias de la desaparición de Julio López, y ahora la noticia de la no aparición de Enrique Alfonso Severo, testigo en la causa que investiga la muerte de Mariano Ferreyra, nos demuestra que la impunidad aún goza de buena salud para servir y proteger a poderosos del poder político, económico y/o sindical.
Este nefasto acontecimiento se une con la denuncia por amenaza que días atrás realizó José “Cacho” Andino, testigo también de la muerte de Mariano que hacía parte de la columna de manifestantes de distintas organizaciones que marchaban en apoyo de los trabajadores tercerizados del Ferrocarril Roca.
Este entramado tiene muchas aristas que se perciben al ver a nuevos "enriquecidos" que resultan habitués de Puerto Madero, al ver el contraste de ver cada vez a más personas resistiendo mes a mes los embates de los precios. Los entramados de impunidad reaccionan, cubren, cuidan, ocultan, favorecen; son violentos simbólicamente y también llegan al uso de la violencia física.
Estos entramados de impunidad se hacen visibles cuando la verdad de las cosas, de los hechos, tiende a salir a la luz para para hacerse pública, y allí la jaquea y la pone en peligro porque la desenmascara junto con sus amigos y beneficiados, y su entramado, porque su presencia quita las vendas de los ojos, vendas creadas por discursos y titulares que sólo son arengas para inflamar sentimentalismos vacíos de profundidad racional y que sólo sirven para exacerbar los fanatismos fundamentalistas. Reclamamos como sociedad la aparición de Severo, hoy nueva víctima del entramado de corrupción e impunidad que anida aún en nuestro país a pesar de los grandes discursos y los grandes titulares.
Este hecho amerita reflexionar y profundizar la lucha en contra del autoritarismo de hoy. Es prioritario sentar un debate profundo en el que se haga explícito que no es lo mismo un gobierno constitucional que un régimen democrático; y hacerse la pregunta sobre la persistencia de métodos propios del terrorismo de Estado, develando todas y cada una de las prácticas que parecen heredadas de esa experiencia que llevó a que “Nunca Más” se convirtiera en el clamor generalizado de la sociedad argentina.
El último informe de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) señala que durante los últimos nueve años, han sido desaparecidas forzosamente 67 personas y 1900 han sido asesinadas a manos de agentes del Estado, 17 de ellas a causa de la continua represión a la protesta social, la misma que se ha visto coadyuvada por la implementación de métodos de espionaje tales como el Proyecto X y la promulgación de normativas claramente represivas como la Ley Antiterrorista.
El aumento de las acciones represivas en los últimos años y el uso de mecanismos para la criminalización de la protesta social distan absolutamente de la consideración de que en Argentina existe hoy un gobierno democrático. La Democracia se cuida, también, no consintiendo la impunidad ni pública, ni privada, participando, expresándose y agudizando la conciencia crítica.
El Colectivo por la Igualdad se suma a las voces de repudio por la no aparición de enrique alfonso severo. Ni un desaparecido más en democracia.
¡NUNCA MÁS!
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